Ayer se presentó el Informe Quiral 2007. Un proyecto de gran envergadura que se inició en 1996, y cuyo objetivo es comprender cómo los medios de comunicación inciden en la difusión de la información sanitaria y en la toma de decisiones. Gracias al esfuerzo mútuo de la Fundación Vilacasas y el Observatorio de la Comunicación Científica de la UPF, de lo publicado durante el pasado año se han analizado 12.048 textos sobre salud y medicina de aquellos diarios que encabezan la lista de mayor difusión –que por otro parte continúan siendo los mism
os desde 1996-: El País, El Mundo, ABC, La Vanguardia y El Periódico de Catalunya.
El término quiral proviene del griego cheir, que significa mano. Se dice que las moléculas quirales se parecen a las manos. Así, la mano iquierza y la derecha son aparentemente idénticas, pero nunca podríamos superponer una sobre otra ya que, en realidad, son opuestas.
Los medios de comunicación se comportan, metafóricamente, como quirales. Cada uno de ellos proporciona una visión particular de una misma noticia, una situación que deriva en sospechosas alianzas entre el medio y la Administración. Por otra parte, del análisis general de 2007 se destaca un aumento progresivo de las voces científicas y médicas como fuentes de información, sobretodo gracias a la progresiva consolidación de espacios especializados y a la constatación del rol comunicador de la revista científica de open access.
En cuanto a las relaciones administrativas de la prensa, 2007 ha sido testigo del gran impacto que los medios de comunicación pueden llegar a tener en la toma de decisiones políticas. Existen patrones de Alianza y Presión que configuran el volumen y el contenido de las diferentes noticias, llegando incluso a concentrar la producción periodística en muy pocos temas. En concreto, el Informe Quiral 2007 analiza cuatro casos por su singularidad: el debate surgido ante la denuncia de clínicas abortistas ilegales, la repercusión de dos vacunas –la de la malaria y la del virus del papiloma humano- como ilustración de lo complejas que son las decisiones en el ámbito de la prevención sanitaria. Y, por último, dos temas que pusieron en tela de juicio las técnicas de comunicación para sensibilizar a la población ante un tema sanitario: el polémico anuncio publicitario italiano que mostraba a una mujer anoréxica y el reality televisivo que ofrecía como premio el transplante de un riñón.
Fotografía polémica de Oliviero Toscani
En cuanto al caso del doctor Morín, sería interesante analizarlo un poco más en detalle. Y es que si nos diésemos un paseo por la hemeroteca, las páginas del ABC, La Vanguardia y El País presentaban un análisis informativo bajo prismas claramente dispares. En cuanto al primero, el dato estrella giraba en torno a los detalles más escabrosos del caso, mientras que La Vanguardia y El País apostaban por el proceso judicial y la revisión de la ley del aborto, respectivamente. Así pues queda claro que es importante fomentar el uso responsable de la información sanitaria, y antetodo que no recaiga en los medios de comunicación la labor del mercadeo informativo. Que se respete la figura del lector, para quién finalmente nuestras palabras cobrarán un sentido -y no económico en primera instancia-.
Si el márqueting social es una nueva fuente de recursos para el medio informativo, que no se nos olvide que existen los límites para marcar fronteras. Para discernir lo que está bien hecho, de lo que no. Y por encima de todo, para replantearse ¿hasta qué punto estamos dispuestos a sensibilizar a la población ante un problema de salud? Como tampoco olvidarnos, por supuesto, de la siguiente pregunta: ¿es consciente el lector que a lo mejor bajo esa responsabilidad social se encuentra un interés económico o político? Tengamos presentes a esas dos gran drogas legales que parecen haber desaparecido del panorama informativo: el veto al alcohol y la persecución al humo del cigarrillo... El Informe Quiral, sin lugar a dudas, juega un papel fundamental en el desarrollo de nuestro periodismo. Y nunca viene mal un pequeño estirón de orejas...
Para más información: http://www.fundacionvilacasas.com/
1 comentario:
Desconocía dicho informe y lo valoro muy positivamente, sin que el temor a rectificaciones en el trabajo del periodista sea mayor a la búsqueda de veracidad. Resulta innegable que algunos portales de Internet (Terra Salud, etc)están haciendo un daño tremendo con sus reportajes sensibleros y, en muchos casos, poco contrastados con fuentes de expertos. Afortunadamente cada vez son más los portales que incorporan un especialista en sus redacciones, en connivencia con el redactor periodístico, para perfilar las informaciones médicas.
El tema me resulta ligeramente próximo.
Tomás
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